miércoles, 3 de julio de 2019

-Pancorbo recupera el castillo de la villa como recurso turístico.

Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com/

Entre las mejoras realizadas se ha colocado algunas estructuras metálicas para faciliar el acceso. - G. G.La política de recuperación como atractivos turísticos del patrimonio de la villa pancorbina continúa adelante, tras finalizar un ambicioso proyecto destinado a la puesta en valor del castillo. Así, ya es posible visitar los restos de la milenaria fortaleza. Iniciativa en la que se ha logrado conjugar la necesidad de contar con un acceso seguro para los visitantes con un mínimo impacto visual en el entorno, para lo que se han utilizado solo elementos metálicos y una pequeña reconstrucción de uno de los arcos.
Pese a conservarse pocos elementos originales de este castillo, el recorrido permite apreciar elementos claves del mismo, compartiendo incluso espacio las actuales escaleras con las labradas en la roca por los constructores originales hace más de un milenio.
Cabe recordar que, hasta el momento, esta construcción defensiva es muy poco conocida por los visitantes, pese a su importancia histórica y patrimonial.

Actualmente los restos del castillo se encuentran bajo la protección de la declaración genérica de 1949 y la Ley de Patrimonio histórico Español de 1985. Se trata de una de las fortalezas más antiguas de la comarca burebana, fijándose su fecha de construcción en el siglo IX en una cresta rocosa sobre el casco urbano de la villa.
Según los datos históricos el castillo fue construido por orden del conde Diego Porcelos poco antes del 882 pero dada la presencia previa de romanos en el enclave se considera muy probable la existencia de alguna construcción defensiva anterior. Y su fin era dominar la entrada del desfiladero de Pancorbo, proporcionándole una utilidad estratégica de primer orden.
El castillo pancorbino fue, además, una pieza clave en las luchas entre los ejércitos cristianos y musulmanes en su conquista de la Península Ibérica. Destaca así su papel en el asedio de las tropas del príncipe Al-Mundir, al mando de un ejército con 80.000 hombres. Tras tres días de lucha en 882 los musulmanes se dieron cuenta de lo inexpugnable de la fortaleza y levantaron el campamento.
La fortaleza pancorbina fue restaurada a la vez que se ejecutaban las obras de la fortaleza de Santa Engracia, en la última década del siglo XVIII. Pero el arreglo de sus defensas no duró mucho, pues fue quemado el 10 de agosto de 1835 por los enemigos de Isabel II, durante la I Guerra Carlista.

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