
Esta viviendas contarían con al menos dos pisos y varios espacios. Uno de ellos sería patio posiblemente porticado y con un pozo que posteriormente fue usado como basurero, lo que ha permitido recuperar piezas arqueológicas semejantes a las halladas en los silos ya estudiados el pasado año. Entre estas 10.000 piezas destacan cerámicas de diferentes siglos y sobre todo, un precioso dedal datado en, aproximadamente, el siglo XV.
Por otra parte, se han buscado las puertas de las viviendas pero no se han encontrado debido a que las dimensiones de estos espacios sobrepasan las actuales proporciones del Solar del Cid, lo que se solucionaría ampliando la zona de excavación. Esta misma circunstancia se da en el último hallazgo de esta campaña. Una construcción localizada en la esquina suroeste, de cronología anterior a las viviendas que se cree que puede ser el resto de algún elemento defensivo como el cimiento de una torre o muralla.
En definitiva, los restos hallados no ponen de manifiesto que Rodrigo Díaz de Vivar viviese en una de estas viviendas... pero tampoco demuestran lo contrario. Lo que sí dejan claro es que el potencial arqueológico de la zona es enorme. Por ello, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, que ha visitado la excavación ha asegurado que existirá una tercera fase en la que se ampliará la zona excavada.
Además, un Plan Director comenzará a elaborarse en el primer trimestre del año 2019 para poner en orden las fases de excavación de los próximos 8 o 10 años, no solo de los yacimientos abiertos hasta el momento sino para tener una visión de forma general, más allá de las acciones puntuales de la ladera del castillo.