miércoles, 19 de junio de 2024

-Desvelan el hallazgo de los sepulcros de los Quintanadueñas en las laderas del castillo de Burgos.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es

El yacimiento sigue vallado y cubierto por plásticos en la ladera de la carretera que sube al Castillo. Se han cumplido ya tres años desde que se realizara la última campaña de excavaciones en San Román, iglesia que volaron los franceses durante el asedio a la fortaleza que dirigió con éxito el duque en Wellington en 1812 y que constituyó la huida de las tropas napoleónicas de la Cabeza de Castilla. Desde que sus restos fueran hallados en 2015 por la arqueóloga Fabiola Monzón, este templo no ha dejado de arrojar restos que delatan la importancia que tuvo en la historia de la ciudad. «Se resiste a desaparecer de nuevo como lo hiciera con anterioridad». La última revelación, que se ha mantenido en secreto desde 2021, no deja lugar a dudas acerca de la trascendencia de San Román.En la llamada capilla de San Andrés, identificada al norte de esta iglesia y donde no se ha conservado el pavimento, hallaron varios enterramientos con lauda de pizarra y alabastro «y descubrimos la entrada a una cripta cuya existencia era por completo desconocida».

 

Uno de los sepulcros que han podido ser identificados pertenece al mercader burgalés Gómez de Quintanadueñas, «ilustre personaje hijodalgo del siglo XVI descendiente de una de las estirpes mercantiles más representativas del comercio entre España y Flandes. En el año1510, Gómez de Quintanadueñas alcanzó el título de cónsul de España en Brujas, y fue uno de los principales representantes de la Universidad de Mercaderes de Burgos; fue asimismo miembro del Consulado del Mar con sede en la Llana, donde Gómez también poseía casas y su residencia», explica Monzón.Este rico mercader, exponente de aquel Burgos florenciente, murió el 22 de noviembre de 1553. «En su testamento señaló su deseo de ser enterrado en la iglesia de San Román junto a sus dos esposas, y en el panteón familiar. A esta iglesia contribuyó generosamente para la reconstrucción de la torre y el remate de chapitel. Precisamente, la esbeltez y altura de esta torre es la que sobresale en el dibujo de Wyngaerde», apostilla la arqueóloga en referencia al famoso grabado que de la ciudad el dibujante y paisajista flamenco Anton van den Wyngaerde, que recorrió España a mediados del XVI.

En diciembre 2021 finalizó la última campaña de excavaciones en San Román, que se centró en las naves, consiguiéndose documentar las fachadas norte y sur de la iglesia, así como varios pilares que permitieron recomponer en cierto modo su planta, ya que aún queda pendiente de localizar su cabecera y la fachada occidental. «Tras la retirada del terraplén generado con las tropas napoleónicas tras su voladura en octubre de 1812 salieron a la luz las numerosas sepulturas que ocupan la mayor parte del suelo en consonancia con la costumbre de utilizar las iglesias como cementerios». Sin embargo, la ausencia de Planes de Empleo desde la citada fecha ha provocado que los trabajos estén paralizados sin que se conozca el futuro de las excavaciones ni de los restos que actualmente languidecen bajo una enmarañada manta geotextil mientras empiezan a ser devorados por la vegetación. 

Fabiola Monzón, que dio cuenta de estos hallazgos el pasado martes en el marco de las Jornadas Europeas de Arqueología que se han celebrado en el MEH, recuerda la importancia histórica de Burgos y de los numerosos hallazgos realizados que aún siguen en proceso de investigación «y que, sin duda, nos seguirán sorprendiendo con aspectos totalmente desconocidos». A este respecto, la arqueóloga burgalesa -que también ha dirigido los trabajos de excavación en el Solar del Cid y en Las Llanas, entre otros muchos-, recuerda que la última campaña enSan Román se contró en las naves, «consiguiendo documentar las fachadas norte y sur de la iglesia, así como varios pilares que permiten recomponer en cierto modo su planta, ya que aún queda pendiente de localizar su cabecera y la fachada occidental».

Respecto de esa capilla de San Andrés donde se descubrieron los sepulcros y esa misteriosa cripta, que aún no se sabe lo que esconde, explica Monzón que se trata de un espacio de unos cinco metros y medio de longitud. «De su profundidad identificamos unos cuatro metros, pero continúa más allá del talud preservado. Seguramente alcance los ocho metros si tenemos en cuenta la división de los muros en relación a la arquería. En la pared derecha se identifican dos tramos con remate superior semicircular, flanqueados por pilastras estriadas, decoradas con motivos vegetales, y asentadas sobre fustes moldurados. En ellas se asentaban los nervios de la bóveda que, por los restos hallados, era de crucería. También se han recuperado fragmentos de claves menores policromadas. Gracias a ello podemos saber que la capilla se ornamentó con imágenes del tetramorfo o de los cuatro evangelistas. A falta de mayor estudio se intuyen reformas en la capilla, tal y como señalan las fuentes históricas, y soportes calizos en los extremos para colocar una reja que individualizaba la capilla del resto del templo, a tenor nuevamente de los textos», indica. 

El riguroso trabajo científico que se ha llevado a cabo enSan Román no debería quedarse en dique seco no sólo por el dinero público ya invertido, sino por la importancia histórica del sitio y la siempre necesaria divulgación del patrimonio.Expertos consultados por este periódico señalan que para continuar la excavación de la capilla de los Quintanadueñas sería necesario mover el vallado y continuar retirando los potentes sedimentos vertidos sobre la iglesia a mediados del siglo XIX para hacerla desaparecer. «Sólo así se podrá seguir sacando a la luz los sepulcros que actualmente permanecen tapados y protegidos para garantizar su protección y evitar actos vandálicos. Estos sepulcros son de gran interés por sus características, ya que responden a un modelo de lauda con escudo familiar y cuyo estudio va a permitir conocer la heráldica familiar de estos mercaderes de gran renombre en el siglo XVI. La presencia de diferentes lápidas posibilitará, además, conocer sus relaciones genealógicas. Los numerosos vestigios hallados darán pie a recomponer la decoración de la capilla», subraya Fabiola Monzón. Asimismo, sería importante que se retomaran los trabajos enSan Román ahora que el Castillo se halla inmerso en su rehabilitación para salir fortalecido como hito turístico.El discurso expositivo de San Román quedaría integrado y vinculado con el nuevo proyecto de la fortaleza, 'Castillos en el aire'.

-Arranca la campaña de Atapuerca con el foco en Gran Dolina.

 Fuente: https://www.diariodeburgos.es/

Los yacimientos de la sierra de Atapuerca vuelven a ser foco en la provincia de Burgos dado que hoy, martes 18 de junio, dio inicio la campaña de excavaciones de 2024, la última que tendrá a sus tres codirectores José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga al frente. Tras esta campaña, Carbonell y Bermúdez de Castro dejarán la dirección del proyecto, en el que permanecerá, al menos un poco más, Arsuaga.

 

Dos de las patas del triunvirato se despedirán así de esta aventura que codirigen desde 1991 y que a lo largo de más de tres décadas ha dado muchas alegrías a sus investigadores. Inician así una nueva campaña de excavaciones que continúa lo iniciado en la campaña de 2023. De esta forma, desde hoy y hasta el próximo 26 de julio, fecha en la que, según confirman fuentes de la Fundación Atapuerca, se prevé que finalice la campaña, se excavará en los mismos yacimientos que ya se trabajó el pasado año. 

Sin embargo, todas las miradas este año están puestas en Gran Dolina, especialmente en su nivel TD6, donde ya en 1994 se encontraron los primeros restos de Homo Antecessor. Uno de los grandes objetivos de la campaña de 2024 es precisamente este nivel, y sus codirectores confían en encontrar "muchas más restos de la especie Homo Antecessor". En palabras del propio Bermúdez de Castro, en 2023, mientras los investigadores limpiaban el yacimiento, ya se encontraron "un par de restos pequeños", por lo que esperan recuperar "bastantes" más restos de esta especie.

"Es muy probable que en la zona donde se va a excavar estos próximos años, aparezcan un par de cientos o más fósiles, que van a completar un poco lo que conocemos de esta especie", afirmó en declaraciones a Ical el paleoantropólogo. El propio Carbonell incluso prevé la salida de "veinte o cuarenta fósiles cada año". 

Cabe recordar que en la presentación de los resultados de la campaña de 2023, los codirectores ya avisaron acerca de la importante etapa que estaba por venir, e incluso hablaban de un "festival de fósiles humanos" a partir de 2024 en el nivel TD6 de Gran Dolina. A día de hoy, se mantienen en esta opinión, e incluso señalan que la "densidad de restos humanos aumenta según te vas hacia el interior del yacimiento". Las excavaciones de este nivel se llevarán a cabo durante el mes de julio y a lo largo de junio y julio participarán unos 250 investigadores. 

El próximo viernes 21 de junio, los tres codirectores, acompañados del consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León presentarán en rueda de prensa los principales objetivos de esta campaña de excavaciones. Será en un encuentro con los medios de comunicación, que tendrá lugar a las 12 horas en los propios yacimientos de la sierra de Atapuerca.

-Atapuerca, el hogar del homínido europeo más antiguo que se conoce.

 Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es

 -En 1895, una compañía británica inició la construcción de una línea ferroviaria para transportar hierro y carbón desde las minas del norte de Burgos hasta las fábricas de Vizcaya. En un momento dado, el director de la empresa, un ingeniero llamado Richard Preece, modificó el proyecto inicial para que pasara por un lugar rico en piedra caliza, en las estribaciones de la sierra de Atapuerca.

Preece derribó montañas, trinchó lomas, arrasó árboles y encajó rieles para que circulase el tren minero, y así, sin proponérselo, dejó al descubierto el conjunto de yacimientos paleontológicos más importante de Europa. Hoy el lugar se conoce como la Trinchera del Ferrocarril, un surco de un kilómetro de longitud al que se abren varias cuevas trufadas de restos óseos humanos y animales: Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina, hoy visitables por el público, y Cueva Mayor, compuesta por Portalón, Sima de los Huesos y Galería del Sílex, y Mirador, la más alejada; a éstas sólo pueden acceder los investigadores. 

Mapa de situación de los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

Los precursores.

La empresa de Preece fue un fracaso, pero cuando el ferrocarril se cerró, en 1911, pronto emergieron, entre un paisaje fantasma de puentes, taludes y túneles abandonados, numerosos restos fósiles que atrajeron a ilustres prehistoriadores como Hugo Obermaier y Henry Breuil. Sin embargo, ese interés se fue disipando y en la década de 1950 la Trinchera del Ferrocarril fue transformada en cantera.

Pasados unos años, en 1964, fue cuando el profesor Francisco Jordá emprendió las primeras excavaciones arqueológicas en la Trinchera de Ferrocarril, labor que continuó en los años setenta y ochenta el prestigioso paleontólogo Emiliano Aguirre, todo un referente en la crónica atapuerquense.

 Con Aguirre se sentaron las bases de la investigación en Atapuerca y con él echó a andar el primer proyecto. Pero la era dorada de Atapuerca llegó en los años noventa, cuando Emiliano Aguirre entregó el testigo a un equipo liderado por Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro.

 

El paraíso de los huesos.

El nuevo equipo de Atapuerca elevó los yacimientos de la sierra burgalesa a categoría mundial. Siempre a golpe de descubrimiento. Fue en el año 1992 cuando los responsables de Atapuerca dejaron de ser anónimos.

En aquel verano de buenos presagios –con los focos de medio mundo apuntando a los Juegos Olímpicos de Barcelona– una de las cuevas de Atapuerca, la Sima de los Huesos, devolvió un rompecabezas óseo que acabó dando forma a dos cráneos de aspecto arcaico. Para los científicos eran el "cráneo número 4" y el "cráneo número 5"; popularmente serían conocidos como Agamenón y Miguelón, en homenaje al segundo tour de Miguel Indurain.

 A partir de Miguelón pudo reconstruirse el cuerpo de un homínido (Homo heidelbergensis) relativamente parecido a nosotros, de 300.000 años de antigüedad. Atapuerca volvió a ser primicia en 1994, cuando una pelvis masculina fósil fue recuperada de las entrañas de la Sima de los Huesos en pleno verano.

Elvis, como fue bautizada para hacerla más familiar al público, pertenece también a un Homo heidelbergensis, como Miguelón y Agamenón. El memorial de hallazgos de la Sima de los Huesos se completó en el año 1998 con Excalibur, un hacha de mano excepcional, en cuarcita, que representa el utillaje de los humanos que habitaron la sierra en el Paleolítico.

 

Un nuevo humano

Otra de las joyas de Atapuerca es la Gran Dolina, uno de los tres yacimientos revelados tras el fiasco ferroviario de Richard Preece. Comprende veinte metros de rellenos sedimentarios del Pleistoceno (etapa geológica que acabó en el 10.000 a.C.) con las claves paleontológicas esenciales para comprender la evolución humana.

Su excavación comenzó en 1981, pero el día grabado con letras de oro en la Gran Dolina es el 8 de julio de 1994. En esa fecha vieron la luz restos humanos con 800.000 años de antigüedad en el bautizado como "estrato Aurora": otro guiño a la complicidad divulgativa.

 El citado estrato se ha revelado como un verdadero filón. Miles de años se compactaron aquí hasta acumular cientos de herramientas de piedra, fósiles humanos y restos óseos de vertebrados, entre los que destaca una nueva especie de oso bautizada como Ursus dolinensis.

Tres años después, tras una exhaustiva revisión de los restos extraídos del "estrato Aurora", la especie humana contaba con un nuevo miembro en su árbol genealógico: el Homo antececessor. Aquellos huesos enterrados en la arena son hoy en día uno de los mayores reclamos de Atapuerca por lo que representan: el homínido europeo más antiguo que se conoce.

 Otros fósiles de interés aparecieron en la Sima del Elefante, donde en 2008 se descubrieron restos de una especie todavía por definir, además de las herramientas de piedra más antiguas de toda la sierra. Entre los hallazgos más recientes cabe citar una mandíbula humana descubierta en el nivel 9 de la Sima del Elefante, en el año 2011.

 Aunque todavía está en proceso de estudio, todo hace indicar que pertenece al género Homo sapiens. Las noticias sobre Atapuerca no cesan. La trascendencia de los hallazgos justifica la gran repercusión mediática que acompaña cada descubrimiento. Desde el año 2000, Atapuerca es Patrimonio de la Humanidad. Sin duda, es la cuna de la prehistoria europea, todo un "parque temático" de la ciencia prehistórica sin parangón al otro lado de los Pirineos.

 

 

-Llega el momento más esperado en Atapuerca, el nivel de Antecessor.

Fuente:  https://www.elcorreodeburgos.com/

   Un equipo de expertos dedicará unos 20 días a TD-6 que ya aflora en la mitad de Dolina. «Esperamos buenos resultados sobre este nivel». Trabajarán en una decena de lugares con posibilidad de encontrar restos de cinco especies de homínidos.

 

 El equipo de logística de la Fundación Atapuerca, la antigua Brigada Caimán, empieza en estos días a poner a punto los yacimientos en los que el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) espera encontrar restos de hasta cinco especies diferentes del árbol genealógico de los seres humanos. Desde hace más de 1,5 millones de años a la Edad del Bronce. En toda esta época hay presencia humana en la sierra de Atapuerca y desde hace ya más de 40 años se extrae en un proyecto científico único en envergadura, línea del tiempo y personal movilizado.

La campaña de excavaciones de Atapuerca en este 2024 tiene tres protagonistas principales. En el ámbito científico Homo antecessor es el protagonista indiscutible. «Tengo muchas esperanzas en que haya buenos resultados», explica emocionado el codirector José María Bermúdez de Castro. Hay que mirar a hace 2o años para recordar los últimos restos que se recuperaron de una especie descrita en esta sierra burgalesa hace 30 años. Cada año investigadores, científicos y periodistas hacían la pregunta de rigor. ¿Cuánto falta para TD-6? Este año se puede decir que ha llegado el momento.

 

«Estamos en la mitad del yacimiento, la otra parte está muy endurecida y se acometerá cuando el nuevo equipo directivo decida, pero en la parte que hemos bajado por fin llegamos», explica Bermúdez de Castro. Pero aunque la campaña arranca el día 17, en este rincón tan esperado no empezarán hasta julio. «Serán solo 20 días de excavación porque el equipo que tiene experiencia suficiente para abordar este espacio con todas las garantías no se pueden incorporar hasta julio», lamentaba el codirector. Un equipo que ya ha estudiado Homo antecessor y que sabe cuáles son las claves con las que completar lo que falta para asentar esta especie.

20 días que se espera den mucho de sí. En el sondeo de los 90 y en la otra incursión al nivel en 2004 y 2005 se rescataron un total de 170 restos que se corresponden con 11 individuos canibalizados (tienen restos de las mordeduras en los huesos que se llaman marcas de corte). La mayoría son individuos inmaduros pero hay una colección importante de la que se han podido extraer proteínas que sitúan a la especie como antepasado común entre neandertales, sapiens y denisovanos. El año pasado se recupero una falange del pie y un parietal que apareció roto en cinco piezas. Este año se completará una colección de «fósiles singulares» como el maxilar del Chico o Chica de la Gran Dolina, el húmero de Rafa o la mandíbula Jimena.

 Los otros dos protagonistas serán José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. La de 2024 será su última campaña al frente de un equipo de 300 investigadores. «Es nuestra última campaña, dejamos paso a muy buenos investigadores y el proyecto en el mejor momento», reflexiona Bermúdez de Castro. Y es que en seis de los diez espacios de trabajo hay opciones altas de encontrar restos humanos.

 

-Yacimientos en los que se trabajará en la campaña de excavaciones de Atapuerca 2024.

 Fuente: https://www.elcorreodeburgos.com/

El trabajo de campo vuelve a Atapuerca. En los yacimientos de la mítica sierra burgalesa volverán a sonar los martillos y el sedimento que cae en sacos para llevarlo a la segunda excavación del río Arlanzón. La campaña de excavaciones en los yacimientos de Atapuerca en este 2024, ATA'24, arrancará  el 17 de junio y se prolongará hasta el 24 de julio con la participación, por quincenas, de mas de 300 excavadores. Entre todos abordarán una decena de yacimientos que abarcan una ocupación humana sistemática desde hace mas de 1,4 millones de años de antigüedad hasta hace 3.000 (Edad del Bronce) y posibilidades de encontrar restos de hasta cinco especies de homínidos del árbol genealógico de la especie humana. 

 

-Sima del Elefante, más de 1,4 millones de años.