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Un grupo de unos catorce investigadores hallan un nuevo nivel en el
yacimiento Sima del Elefante de Atapuerca (Burgos) que supera los 1,4
millones de años de antigüedad datados hasta el momento en los
yacimientos de la sierra burgalesa. Así lo confirmó hoy la investigadora
Rosa Huguet del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social
(Iphes), coordinadora del yacimiento de Sima del Elefante, en la
Trinchera del Ferrocarril de la sierra de Atapuerca (Ibeas de Juarros,
Burgos).

En este sentido, confirmó que debajo de la zona arcillosa del nivel 7 se
encuentra otra de color más amarillo, aparentemente arenisca, donde en
superficie se aprecian restos de caparazones de tortugas. Así, desveló
que “ya podemos confirmar que por debajo del nivel 7, que hasta ahora
era el último nivel que conocíamos, está apareciendo otro nivel, el
nivel 6”, al tiempo que manifestó que “lo estamos dejando todo en
superficie para poderlo luego acabar todo y hasta el momento lo único
que hemos visto es que en el techo están apareciendo caparazones de
tortuga”.
En
esta línea, recordó que durante la campaña de 2021 comenzó la
excavación de la parte superior del nivel 7 (aproximadamente 1,3-1,4
millones de años) de la secuencia de este yacimiento y que se obtuvieron
restos de tortugas y suidos, que están ayudando a entender las
condiciones paleoecológicas existentes en la sierra de Atapuerca en esa
época del Pleistoceno inferior. En ese nivel se encontró una lasca en
cuarzo, que hasta el momento es la única evidencia de la presencia
humana en la Sierra hace aproximadamente 1,4 millones de años.
Hallan un hueso del pie y un fragmento de un diente de hipopótamo
De
esta forma, explicó que los objetivos de la campaña 2022 están
relacionados por esos “extraordinarios” resultados y se continúa con la
excavación de los sedimentos del nivel 7, con el objetivo de localizar
restos paleontológicos y arqueológicos. En particular, se excava la
parte inferior del nivel 7, con el objetivo de averiguar el lapso
temporal que comprende este nivel. Los restos fósiles que eventualmente
se puedan recuperar, ayudarán en este cometido.
Así, informó
de que en los primeros días de campaña de excavaciones, a finales de
junio, ya se encontraron “un fragmento de un diente de hipopótamo”, así
como “un astrágalo, que es un hueso del pie de hipopótamo” y que “es el
primer resto poscraneal” dado que “hasta ahora en Atapuerca teníamos
algunos restos, pero muy pocos, de hipopótamo” si bien, añadió que “pero
todo eran dientes y es el primero que es del esqueleto, del que podemos
tomar medidas también para empezar a ver cómo eran esos hipopótamos del
Pleistoceno inferior”.
Por
ello, aplaudió estos hallazgos y expresó su deseo de obtener más
elementos de origen antrópico: industria lítica, huesos con marcas de
corte o restos humanos, que permitirían caracterizar a los grupos de
homininos que habitaron las inmediaciones de la Sima del Elefante hace
1,4 millones de años.
Una docena
de investigadores recuperan hasta el momento costillas, vértebras y
restos de cráneo de ciervos y caballos en el yacimiento de Galería, un
yacimiento de Pleistoceno medio situado en la Trinchera del Ferrocarril
de la sierra de Atapuerca (Ibea de Juarros, Burgos), que contribuirá a
seguir documentando las evidencias de actividad (cacería) de los grupos
humanos de esta época del Pleistoceno.
Así lo
confirmó hoy una de sus responsables, la investigadora Isabel Cáceres,
quien precisó que Galería presenta una secuencia arqueológica con cinco
unidades estratigráficas datadas entre los 200.000 y los 400.000 años.
Esta cueva funcionó como una trampa natural para los animales que
merodeaban por la Sierra y que accidentalmente caían al interior de la
cavidad.
Actualmente
los trabajos de excavación se centran en la Unidad GIIIa, cuya
antigüedad se ha estimado en unos 300.000 años. El objetivo fundamental
de esta campaña es continuar con la excavación del tramo inferior de la
Unidad GIIIa. Según las excavaciones que se llevaron a cabo en las
décadas de 1980 y 1990, este tramo de la secuencia es uno de los más
ricos en lo que a restos arqueológicos se refiere. Así, se espera seguir
recuperando abundantes restos de animales, sobre todo, caballos y
ciervos, así como las herramientas -bifaces y hendedores- que los grupos
humanos utilizaban en los procesos de carnicería.
Por su
parte, otra de las investigadoras, Paula García, se refirió a que “para
procesar esos restos de fauna, los homínidos utilizaban instrumentos de
piedra”, que aparecen en este yacimiento. Además, añadió que “la
particularidad de este yacimiento de Galería es que como ellos no viven
aquí prácticamente no configuran nada aquí, solo cubren necesidades
puntuales y lo que hacen es aportar a la cueva instrumentos ya
configurados de fuera y los abandonan aquí después del proceso de
carnicería que hicieron”.
También se
trabaja en el nivel superior del yacimiento de Gran Dolina, uno de los
principales yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril, con una
estratigrafía de aproximadamente 25 metros de potencia, y en el que se
han localizado varios niveles arqueológicos con evidencias de ocupación
humana, que ha permitido demostrar la presencia humana en la sierra de
Atapuerca durante el tramo final del Pleistoceno inferior y la mayor
parte del Pleistoceno medio.
En la
campaña de 2022 se continúa la intervención en el tramo inferior de TD8,
que ya ha ofrecido datos muy importantes sobre las especies de
mamíferos, y evidencia de presencia de homínidos -herramientas de
piedra. TD8 es una unidad muy interesante, no solo porque viene a
completar información sobre la secuencia temporal de la sierra de
Atapuerca, sino porque se corresponde con un período de entre los
800.000 y los 500.000 años sobre el que existen muy pocos datos en toda
Europa occidental.
Concretamente,
el contenido de la unidad TD8 y de la inmediatamente subyacente, TD7,
permitirán evaluar por primera vez el alcance de esa fase de relativa
despoblación de Europa que podía interpretarse con el registro actual.
Es decir, aportará datos relativos al sustrato sobre el que se asienta
la expansión de la tecnología achelense en esta parte del continente,
hace aproximadamente medio millón de años. Durante este período y de ahí
en adelante se produce lo que se ha denominado proceso de
neandertalización (evolución hacia los neandertales clásicos de Europa),
que tenemos documentado de forma privilegiada en el registro de la Sima
de los Huesos.
En el nivel
inferior, TD4, de Gran Dolina, se espera recuperar una colección
significativa de fauna del Pleistoceno inferior, presumiblemente en buen
estado de conservación, así como indicios de presencia humana, como el
hallazgo de herramientas de cuarcita. En 2021, las excavaciones en TD4
llegaron hasta los niveles excavados en la década de 1990, bajo la
dirección de Emiliano Aguirre.
Entre los
hallazgos de 2021 destacó el hallazgo de una mandíbula de rinoceronte
que encaja con el cráneo actualmente expuesto en el Museo de la
Evolución Humana, hallado 30 años antes. Estos niveles se caracterizan
por una abundancia significativa de grandes mamíferos, como osos,
grandes bóvidos, caballos, rinocerontes y cérvidos de grandes
cornamentas, que habitaron Europa hace 900.000 años.