sábado, 29 de agosto de 2015

--Ermita Visigótica de Quintanilla de las Viñas (Fotos)








-El ADN confirma que el losino es el único caballo castellano puro.

La cabaña losina de Pancorbo se confirma como reducto de la única raza equina genéticamente pura de caballos castellanos descendientes de los que poblaron la Península Ibérica en la Prehistoria. Así lo constata el informe de la American Genetic Association, que señala el norte de Burgos como el único lugar de pervivencia del losino dentro Castilla y León en relación a un amplio estudio que recoge el origen de los caballos de toda la península ibérica mediante la técnica de análisis mitocondrial del ADN trasmitida por la hembra.
El losino vive en semilibertad como sus ancestros en los montes pancorbinos. - G.G.
Las conclusiones extraídas en el estudio resultan de gran importancia, pues en la actualidad se tiene constancia de que apenas sobreviven tres tipos caballares indígenas en la península: las razas cantábricas, las del sur de la península y el losino.
En base a ello, el caballo que habita los montes Obarenes en Pancorbo forma parte de los últimos descendientes de los equinos que poblaron España desde el Terciario y el Cuaternario, lo que le convierte en un auténtico ‘fósil viviente’.
Su longevidad y pureza de raza obedece en gran medida su especial resistencia y versatilidad, pues se encuentra cómodo en condiciones adversas como las que se dan en el norte de Burgos. Incluso dentro de la historia, el papel del losino ha sido muy destacado al estar presente como ‘caballo de guerra’ en los ejércitos españoles desde la Reconquista hasta la Guerra de la Independencia. Por si fuera poco, el losino también ejerció un papel clave e indiscutible durante la conquista del Nuevo Continente en la que participó como pionero, dado que su tamaño y peculiares características lo convertían en el animal mejor adaptado para el viaje trasatlántico en las naves de los conquistadores. De hecho, en estudios realizados en distintas razas autóctonas del continente americano, su huella genética ha sido localizada en la denominada ‘cuarto de milla’ estadounidense, descendiente de los caballos cimarrones fruto de la llegada de los colonizadores españoles.

Pese a todas estas constataciones científicas, su futuro no está garantizado, puesto que el losino puro se dio por extinguido en la década de los 70 y en 1988 la Junta de Castilla y León inició los trámites para la apertura del Libro del Caballo Losino.
De hecho, el elevado coste de mantenimiento de la cabaña equina en semilibertad por los montes de Pancorbo ha sido siempre el principal problema para el Consistorio de la villa. Por ello, el año pasado, la Diputación Provincial, consciente del valor que esta raza tiene para Burgos, mostró su apoyo para garantizar hasta 2016 la supervivencia de los casi 300 ejemplares actuales. No obstante, la puesta en valor de este patrimonio histórico, natural y único en la Comunidad requiere una acción sólida y prolongada en el tiempo para aprovechar sus posibilidades. Por ejemplo, en otras zonas, algunas cabañas losinas se utilizan para controlar la vegetación como método de prevención ante incendios forestales. Además, dado su carácter, también se le requiere para montura en zonas de montaña.
Cabe recordar que el losino habita en el territorio del Espacio Natural de los Montes Obarenes, donde muchas zonas están vetadas a los vehículos a motor y resultan complicadas para senderistas poco expertos. El uso del losino se perfila como el medio idóneo para promocionar el turismo de naturaleza con rutas ecuestres, aunque este tipo de proyectos no han logrado cuajar hasta la fecha

 GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca 29/08/2015 


Fuente:http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/provincia/adn-confirma-losino-es-unico-caballo-castellano-puro_105428.html

viernes, 28 de agosto de 2015

-Descubren un alfar y 500 kilos de cerámica medieval tras La Merced.


El suelo oscurecido de la parte baja del horno atestigua las temperaturas superiores a 1.000 grados que alcanzaba hace seis siglos. Luis López Araico Bajo la cochambrosa nave de la calle Hospital Militar se ocultaba un tesoro arqueológico de incalculable valor, un taller de alfarería de la época bajomedieval -finales del siglo XIV o principios del XV- y más de media tonelada de piezas de cerámica vidriada de gran calidad y fina decoración, puesto que estaban destinadas a servir como vajilla de mesa y no como utensilios de cocina.

La demolición del viejo garaje ubicado entre la plaza Vega y la iglesia de La Merced y el inicio de la construcción de un bloque de 13 viviendas, con garajes y locales comerciales, promovido por Raimconsa, ha sacado a la luz este tesoro: cuencos, escudillas, jarras, albarelos, tapaderas, platos, cántaros y redomas (jarritas alargadas y estrechas para servir líquidos), además de las primeras tuberías de cerámica vidriadas en su interior. Junto al horno y los miles y miles de piezas, han emergido restos del taller y basas para la sustentación de pies derechos que servían para sujetar los tejados.
El alfar de Vega, así lo han bautizado los expertos de la empresa Cronos Arqueología y Patrimonio, es el primero que se excava en la ciudad de Burgos.Su descubrimiento entraña aún más valor puesto que ha permitido fijar el lugar exacto por el que discurría la esgueva de San Lucas, un cauce que se sabía atravesaba la calle Miranda hasta desembocar en elArlanzón a la altura del Instituto Cardenal López de Mendoza. De ahí que la zona tuviera una protección arqueológica en el PECH(PlanEspecial delCasco Histórico), que obligaba a realizar los sondeos.
Tras las preceptivas catas, que apuntaron el sorprendente descubrimiento del alfar, se comenzó a excavar a principios de agosto.Los hallazgos han motivado la ampliación de la zona de los trabajos y de su duración. «Aún nos queda por lo menos otra semana», explica la directora de Cronos, Carmen Alonso Fernández, mientras señala el lugar en el que actualmente trabajan. Se trata de un testar o vertedero en el que se acumulaban las piezas que no pasaban el control de calidad de la época, bien por defectos de moldeado o de cocción, bien por rotura. El suelo, más oscuro, denota que muchas permanecieron demasiado tiempo en el horno, que ya está a la vista. Gracias a los testares se puede completar todo el elenco de producciones del taller,  en el que se manufacturaron algunos de los primeros vidriados en territorio cristiano, con nuevos acabados que desplazaron a la alfarería tradicional antes de la popularización de las lozas.
Construido en piedra arenisca y arcilla, el horno tenía una doble cámara de la que solo queda la inferior.En ella se colocaba la leña para conseguir las temperaturas de más de 1.000 grados con las que se fabricaba la cerámica vidriada.De hecho, las piezas eran sometidas a un doble horneado, una primera cocción para la forma y la segunda para la decoración. El suelo ennegrecido a fe de los kilos y kilos de madera que allí se quemaron.Una rejilla separaría esa cámara de la superior, en la que el alfarero introducía la cerámica a través de un ventanuco.Para separar las piezas durante el horneado se empleaban atifles, unas pequeñas piezas con 3 pies que también han emergido por decenas.
Sus descubridores sospechan que el taller se abandonó a finales del siglo XV, con motivo de la llegada de los monjes y el inicio de la construcción del monasterio de La Merced (el bello claustro es algo posterior).Sus necesidades alimentarias convirtieron la zona industrial en huertas, lo que explicaría la densa capa de tierra -de 2 metros de profundidad- que cubría el alfar y que ha contribuido también a su conservación en tan buen estado después de 6 siglos.

La ubicación del taller no es casual, por cuanto la actividad alfarera precisaba del agua para desarrollarse. Además, como otras labores consideradas insalubres, se ubicaban extramuros.En el arrabal de Vega se instalaron también tintoreros, curtidores... a partir del siglo XIII...
...Si el alfar se tapará o quedará a la vista está por ver.

Fuente:  http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z6BE8E2C2-90D7-CD44-DD88E27BEBD82D0E/20150828/descubren/horno/500/kilos/ceramica/medieval/merced

domingo, 23 de agosto de 2015

-La escultura de la diosa Fortuna regresa a Clunia recompuesta.


Resultado de la reconstrucción y restauración de la diosa Fortuna. ccrbc El Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla yLeón ha culminado la compleja restauración de la escultura de la diosa Fortuna, procedente de un contexto arqueológico privilegiado como es el teatro romano de la Colonia Clunia Sulpicia en Peñalba de Castro, en el que la Consejería de Cultura y Turismo colabora, con la Diputación de Burgos, en su recuperación y puesta en valor.

La pieza es una escultura de mármol romana de tamaño superior al natural hallada a lo largo de varias campañas de excavación arqueológica, con rasgos iconográficos que han permitido identificar esta personificación con la divinidad Fortuna. Aparece vestida a la manera griega con túnica ceñida bajo el pecho y cubierta parcialmente por un manto. Los investigadores se enfrentaron a un gran reto, ya que la escultura se encontró multifragmentada en casi de 200 elementos dispersos por el terreno.
El proyecto de investigación y restauración se ha abordado de forma multidisciplinar, partiendo de un completo estudio de caracterización del material escultórico y su procedencia, la composición y la estructura de los fragmentos. En el proceso se encontraron evidencias de policromía, por lo que se abordó un estudio sobre los pigmentos y cromatismo de la escultura con técnicas como la fluorescencia de rayos X y análisis químicos a través de microscopía óptica y electrónica, sin necesidad de tomar muestras físicas, que han permitido recrear el color original.
Para la realización de estas investigaciones, junto al Laboratorio de Física y Química del CCRBC de Castilla y León, han colaborado instituciones como la Universidad de Zaragoza o el Instituto de Patrimonio Cultural de España.


La volumetría y el estado de conservación de los fragmentos se han documentado por medio de escaneado láser 3D, para generar un modelo virtual y una impresión en tres dimensiones de cada uno de ellos para tener una idea previa para realizar el montaje y reconstrucción de la pieza, Una labor que revestía una gran dificultad, si tenemos en cuenta que el tamaño y el peso de la mayoría de los trozos hacían compleja su manipulación.
Para el proceso de restauración y montaje de la escultura se ha recurrido a procedimientos poco usuales para la intervención en este tipo de obras, planificando una metodología específica. En primer lugar, se realizó una consolidación estructural de todos los fragmentos con un tratamiento químico. Después, se procedió a la limpieza de cada uno de ellos, combinando procedimientos mecánicos y limpieza fotónica a través de láser.
Para el montaje se ha diseñado y construido una estructura interna y autoportante. A los distintos fragmentos se les realizaron pequeños rebajes para poder anclarlos entre sí sin utilizar adhesivos. En las zonas donde era preciso se ha realizado una reconstrucción volumétrica con materiales ligeros y reversibles, y cuando ha sido necesario se ha aplicado una entonación cromática.
La intervención se completa con la instalación de la escultura en el centro de interpretación de Clunia, que se está realizando estos días, con la colaboración de la Diputación de Burgos y el equipo de investigación del yacimiento, conformado por miembros de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y la Universidad de Barcelona, dirigidos por Miguel Ángel de la Iglesia y Francesc Tuset.
Para contribuir a su interpretación, se han realizado una serie de materiales didácticos de apoyo como paneles explicativos, panel con recreación del cromatismo de la escultura y vídeo en el que los técnicos participantes explican el proceso de estudio y restauración de la pieza.

Fuente:  http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z3A67AF77-AEF0-317D-403584206D632ABF/20150822/escultura/diosa/fortuna/regresa/clunia/recompuesta

sábado, 15 de agosto de 2015

-Las excavaciones en la iglesia de San Román sacan a la luz trincheras de la Guerra de la Independencia.


 Europa Press Las excavaciones en la iglesia de San Román de la capital burgalesa han sacado a la luz trincheras de la Guerra de la Independencia y diversos elementos arquitectónicos del templo volado durante el conflicto bélico, según ha señalado este viernes la arqueóloga Fabiola Monzón.
Durante una visita a las obras, acompaña del alcalde en funciones de la ciudad, Fernando Gómez, la responsable de las excavaciones ha explicado que es la primera vez que unos trabajos arqueológicos en la capital burgalesa permiten analizar terreros utilizados en la Guerra de la Independencia y ha desvelado la existencia de nuevos descubrimientos que permiten conocer más acerca de la iglesia de San Román.
Los trabajos arqueológicos, enmarcados dentro de la segunda fase de excavaciones en el cerro del Castillo de Burgos y sobre una superficie de 161 metros cuadrados, han sacado a la luz además diversos elementos arquitectónicos del antiguo templo, como una pilastra, una clave de bóveda y una columna renacentista con la figura de un fauno.
Los elementos de mayor relevancia encontrados en este enclave se han trasladado al Museo de Burgos para su mejor conservación, mientras que el resto de hallazgos serán estudiados por el equipo de arqueólogos que trabajan en este proyecto.

Las excavaciones se enmarcan dentro de un convenio firmado en 2010 entre el Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCyT) y el Foro para el Estudio de la Historia Militar de España (FEHME) en el marco de las conmemoraciones del bicentenario de la Guerra de la Independencia.
Entre otros objetivos, el convenio pretende fomentar la investigación de este periodo y su incidencia en la ciudad, así como promover su conocimiento y divulgación a través de la localización de la iglesia de San Román, considerada clave en el estudio de los hechos acaecidos entre septiembre y octubre de 1812 en la ciudad.
Los trabajos se prolongarán hasta octubre, aunque no se descarta que existan nuevas fases de excavación, y se complementarán en el futuro con la señalización de los hallazgos y la puesta en marcha de un plan director que coordine todos los trabajos arqueológicos en la parte alta de la capital burgalesa, donde estuvieron ubicados los barrios nobles y la judería de la ciudad.

Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZB5060F1C-BB9D-3E47-BAF2F6E1F9BC5567/20150814/excavaciones/iglesia/san/roman/sacan/luz/trincheras/guerra/independencia

viernes, 14 de agosto de 2015

-La Unesco declara Atapuerca como lugar de excepcional valor universal.

Cada verano nuevos tesoros afloran en los yacimientos con las campañas de excavación. Alberto RodrigoLos yacimientos de Atapuerca acaban de obtener el reconocimiento máximo que puede lograr un bien que ya estaba considerado Patrimonio de la Humanidad. Quince años después de que la Unesco concediera ese título a la Sierra donde han aparecido los registros fósiles de los homínidos más antiguos de Europa, este organismo internacional ha dado luz verde a la declaración de Atapuerca como lugar de ‘Valor Universal Excepcional’.
La decisión fue tomada semanas atrás en la reunión que el Comité de Patrimonio Mundial celebró en la ciudad alemana de Bonn y viene a demostrar no solo las características únicas del yacimiento arqueológico, sino también la importancia del proyecto científico y divulgativo que se ha desarrollado en torno a los hallazgos.


La declaración supone un escalón más en el rango de protección de los yacimientos, que se ponen al día sobre las normas que actualmente rigen para los bienes que son destacados como Patrimonio de la Humanidad. Desde 2005, con las declaraciones retrospectivas, todos los bienes han de contar de forma expresa con esta cuestión, que se fundamenta en una serie de criterios objetivos que han de demostrarse por parte de los estados miembro. Tras la petición realizada por España, en la reunión de Bonn, además de Atapuerca, se ha aprobado la nominación de Excepcional Valor Universal para otros cuatro lugares: el Paisaje Cultural de Aranjuez, el Conjunto Arqueológico de Tarraco, el Parque Nacional de Garajonay (Islas Canarias) y el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
En el caso de los yacimientos burgaleses, cuya protección abarca casi 285.000 hectáreas, el organismo internacional recuerda que constituye «una reserva científica excepcional que proporciona valiosa información acerca de la apariencia y la forma de vida» de los seres humanos más antiguos de Europa desde hace un millón de años. «La Sierra de Atapuerca proporciona un testimonio único del origen y la evolución tanto de la civilización humana existente como de otras culturas que han desaparecido», señalan, tras indicar que este sitio arqueológico cuenta con todos los elementos neces
arios y la dimensión adecuada para expresar su valor universal excepcional ya que los restos fósiles hallados son una reserva inestimable de información.

Por ello, la Unesco expresa que esta declaración reconoce «la significación cultural y natural de un bien que trasciende los límites nacionales para ser relevante para las generaciones presentes y futuras de toda la humanidad». De ahí que la protección permanente que logra la Sierra de Atapuerca sea de la mayor importancia para toda la comunidad internacional.
Con la declaración retrospectiva, además, los bienes deben contar con un documento-guía que permita orientar la conservación y gestión de este patrimonio. Ese plan es una hoja de ruta que establece todos los principios y características que las administraciones públicas deben tener en cuenta con el fin de adaptar sus políticas a la conservación del valor universal excepcional del bien, que debe prevalecer sobre otras consideraciones.


Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z9B6F23A9-0BE3-C5B0-AD80FE42E7829D21/20150814/unesco/declara/atapuerca/lugar/excepcional/valor/universal

miércoles, 5 de agosto de 2015

El estudio de Cueva Román (Clunia) desvela nuevas inscripciones.

La Cueva Román es un complejo cárstico que servía para abastecer de agua a la ciudad. Grupo Espeleológico Ribereño
El equipo de investigación de Clunia han entrado ya en la recta final de su campaña estival de trabajo, que este año tuvo unas labores previas de excavación entre noviembre de 2014 y enero de 2015 para recopilar la información con la que han estado trabajando estas semanas.
La protagonista de esta campaña ha sido la Cueva Román, que era la base del abastecimiento hidráulico de la ciudad, a la que se ha vuelto a acceder gracias a un equipo de expertos de la Universidad de Zaragoza. Estas incursiones siguen aportando sorpresas para los investigadores. 

«Somos conscientes de que tenemos que entrar el menor número de veces, las estrictamente necesarias para documentarlo porque cada incursión lo agrede. La garantía de su conservación es una documentación que cierre por completo su conocimiento y deje su vida normal, porque sabemos que es tendente a la desaparición porque es un karst que se está conformando y se están desprendiendo las partes del techo que conforman la bóveda estable», explica Miguel Ángel de la Iglesia, uno de los codirectores del yacimiento.
Durante una de las últimas incursiones se llegaron a descubrir nuevas pruebas del tránsito de los pobladores romanos de Clunia por esta galería de túneles y lagunas subterráneas. «El jefe del equipo de Zaragoza, José Luis Villarroel, la última vez que entró dio con cuatro inscripciones nuevas y salió temblando, corriendo para sacar a su gente para volver a entrar de otra manera, porque es emocionante encontrarte ahí un grafito», confiesa Francesc Tuset, la otra parte del tándem de codirectores. Y es que las condiciones de humedad de la cueva mantienen las marcas humanas como si se acabaran de realizar.
El significado de las nuevas inscripciones localizadas está aún por desentrañar, pero se estima que serán del estilo de las encontradas en incursiones anteriores. Más allá de significados profundos, esas marcas realizadas con un punzón o con los propios dedos sobre el barro de la cueva no son más que una especie de libro de visitas. «Es un ‘aquí estuvo No Se Quien’ y cosas de esas», aclara Tuset, para explicar De la Iglesia a renglón seguido que «han dejado constancia gráfica como hacíamos nosotros cuando entrábamos en una cueva o lo hicieron Miguel Ángel o Rafael cuando entraron en la Domus Aurea, es una costumbre muy humana la de dejar constancia de haber estado en un sitio donde difícilmente alguien puede estar».


El objetivo de esas incursiones a la reserva de agua situada justo bajo la ciudad, con la que se comunicaba a través de una serie de pozos, era realizar labores de revisión y, curiosamente, dada la importancia para Clunia de esta fuente de agua, eran los propios magistrados de la colonia los que acudían
a estar revisiones. «Bajan a revisar los acuíferos y son los magistrados, porque hay una inscripción que dice ‘hemos estado aquí los cuatro virus’», confirma De la Iglesia.
En cuanto a las esculturas de barro encontradas, entre las que hay bustos y símbolos fálicos, los investigadores descartan que la cueva fuese un lugar de culto a los dioses romanos. Más bien, estas figuras modeladas con el barro de la propia cueva son una herramienta para calmar los miedos de los que allí bajaron. «Son elementos dedicatorios que tienen que ver con sus creencias religiosas, creen que haciendo ese elemento dedicatorio calman sus cuestiones de fortuna o suerte, o para invocar la protección de algún dios», reconoce Miguel Ángel de la Iglesia, completada su argumentación por Tuset, que sentencia que «entendemos que en este caso estarían dedicados al dios Príapo, que una de sus variantes es la fecundidad en su sentido más amplio, y esta es la fuente de vida de la ciudad».


De lo que no tienen la menor duda los dos directores de los trabajos de investigación en Clunia es que esta cueva y su contenido hace que sea un hallazgo único en España, porque acuíferos similares se han localizado en otros yacimientos romanos, pero ninguno con este nivel de conservación y mucho menos con los detalles esculpidos y grabados en sus paredes, que dejan clara constancia de la presencia humana en este subsuelo.
La propia forma de la cueva y sus accesos hacen que los directores del yacimiento descarten hacer una reproducción, «porque habría que estar en buena forma para transitar por ella» apunta Tuset, decantándose más por la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías, como recreaciones en 3D o realidad virtual, que se podría completar con maquetas para que el visitante se hiciese una idea del espacio y su importancia.


Fuente:  http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZCDA9461D-F41C-EC4F-22280FB9280EB776/20150805/estudio/cueva/roman/desvela/nuevas/inscripciones