Un rincón para conocer la historia, la naturaleza de Burgos y la magia de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca.
lunes, 15 de junio de 2015
-Arranca una nueva campaña de excavaciones en la Sierra de Atapuerca.
Un total de 70 arqueólogos comenzarán mañana martes la primera fase de las excavaciones en la sierra de Atapuerca (Ibeas de Juarros, Burgos), que se centrarán en cuatro yacimientos (Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina y Cueva del Mirador) hasta el 1 de julio.
A partir de esta fecha y hasta finales de mes, se sumarán más de un centenar de paleontropólogos, hasta sumar cerca de 200, para excavar además de en los citados anteriormente, en otros cuatro yacimientos más, que son Portalón de Cueva Mayor, Sima de los Huesos, Galería de las Estatuas y Fuente Mudarra. Además, se iniciará la labor de lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón.
De esta forma, según informaron hoy fuentes de la Fundación Atapuerca, en esta quincena de junio, excavarán 70 personas, dirigidos por el equipo de investigación compuesto por los codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.
La Sima del Elefante está ubicada en la Trinchera del Ferrocarril. En este yacimiento se han descubierto fósiles humanos de más de 1,2 millones de años. El primer objetivo de la campaña va a ser continuar -e intentar acabar- la excavación del nivel TE9c en los cuadros de excavación en que todavía aparecen sedimentos de este subnivel.
Se espera de este trabajo que aparezcan restos de fauna y evidencias de actividad humana que permitan reafirmar los datos obtenidos en campañas anteriores. El segundo objetivo planteado es excavar parte de la superficie más baja del yacimiento para conocer la secuencia completa del relleno de la cueva bajo el nivel TE7. Así se podrá saber si hay nuevos niveles con registro arqueopaleontológico bajo el nivel TE7 y en consecuencia más antiguos.
En cuanto a Galería, está también en la Trinchera del Ferrocarril, a unos 50 metros del yacimiento de Gran Dolina. Abarca un rango cronológico amplio, de entre 500 y 250 miles de años. El objetivo de esta campaña es continuar los trabajos de contextualización estratigráfica de la nueva intervención de Galería con la secuencia sedimentaria proporcionada en las intervenciones antiguas. Los trabajos se centraran en excavar la Subunidad GIIIa -con dataciones entre 221 y 280 miles de años, para obtener valiosa información sobre los modos de vida de los humanos que vivieron aquí en el Pleistoceno Medio.
El yacimiento de Gran Dolina es uno de los más conocidos de la Trinchera del Ferrocarril, en el que se descubrió la especie Homo antecessor. Se va a seguir excavando en dos niveles distintos: el nivel TD10, de unos 400.000 años y el nivel TD4 de entre 1.000.000 y 900.000 años de antigüedad.
Con respecto al nivel TD10, desde la Fundación destacaron que se va a seguir excavando en extensión la unidad TD10.3, de unos 420.000 años. A diferencia de la unidad inmediatamente posterior (TD10.2), en que se hallaron campamentos de cazadores de bisontes altamente especializados, se vuelve a encontrar en TD10.3 un registro fruto de estrategias de subsistencia diversificadas (en cuanto a animales procesados y piedra usada para herramientas), propia de los yacimientos pleistocenos de Atapuerca.
La excavación del tramo inferior de TD10 durante esta y las próximas campañas permitirá entrar de lleno en el mundo Achelense, del que también hay información relevante en el yacimiento de Galería y, por supuesto, en el completo registro paleoantropológico de la Sima de los Huesos.
Y en el nivel TD4, en esta campaña se excavará en el primer estrato fértil de Gran Dolina, el nivel TD4-1. Este nivel fue excavado en parte a principios de los años 90 y destaca por la espectacular calidad y cantidad de sus restos paleontológicos, de rinocerontes, caballos, o grandes cérvidos de asta palmeadas que cayeron dentro de la cueva, donde murieron.
Su cronología, cercana al millón de años, cubre el lapso temporal entre los restos de Homo antecessor de 800.000 años hallados en el nivel TD6 de este yacimiento y los de la Sima del Elefante, de 1.200.000 años. Se trata de encontrar industria lítica que confirme la continua presencia humana en la sierra durante todo este periodo, y mejore el conocimiento de los orígenes del poblamiento en Europa.
La Cueva del Mirador se sitúa en el extremo sur de la sierra de Atapuerca, dominando el valle del río Arlanzón. En esta campaña seguirán excavándose los sectores 100 y 200. Del sector 100 se acabará de excavar el nivel 105, del bronce medio, y se seguirá excavando en profundidad. En el sector 200 está previsto acabar en los primeros días de campaña la excavación del sepulcro colectivo calcolítico, e iniciar la excavación del nivel de ocupación que está debajo, probablemente del neolítico.
El 1 de julio llegará el resto del equipo de excavación de Atapuerca, que será así de unas 200 personas, y se excavarán los yacimientos citados pero también Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas -todos en Cueva Mayor- y en el asentamiento al aire libre de Fuente Mudarra. También en julio se iniciará la labor de lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón.
Fuente Mudarra es un asentamiento al aire libre cerca del yacimiento ‘Hotel California’. Se inició hace tres años y se trabaja en una cata de 12 metros cuadrados en la que se han encontrado varios niveles de cronología neandertal. El Portalón de Cueva Mayor es la entrada a Cueva Mayor. Se trata de un yacimiento excepcional para el estudio de la prehistoria reciente (los últimos 10.000 años). Se excavan allí ocupaciones humanas desde el mundo Medieval y Romano hasta las diferentes fases de la Edad del Bronce, el Calcolítico y el Neolítico.
La Sima de los Huesos es una pequeña cavidad al pie de una sima vertical de unos catorce metros de caída, enclavada a casi un kilómetro de la entrada actual a Cueva Mayor. En ella se encontraron los primeros fósiles humanos de la sierra de Atapuerca en 1976. Es un lugar único en el mundo, en el que se ha hallado el 90 por ciento de fósiles humanos encontrados en todo el planeta de la especie Homo heidelbergensis.
El yacimiento Galería de las Estatuas está ubicado a unos 350 metros de la actual entrada a Cueva Mayor. Aquí se está interviniendo en sedimentos del Pleistoceno Superior que registran ocupaciones de neandertales, y es el único yacimiento de esta época conocido hasta ahora en la sierra de Atapuerca.
El lavado de sedimentos sirve recuperar la microfauna de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de la sierra Atapuerca. Se realiza a la orilla del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros, y se lava y criba todo el sedimento de cada uno de los yacimientos que se excavan en la sierra de Atapuerca.
La mayoría de las personas que excavan en la sierra de Atapuerca pertenecen a distintos Centros de Investigación del Proyecto Atapuerca: Universidad de Burgos (UBU), Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (Cenieh), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes-Tarragona), Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (Universidad Complutense de Madrid-ISCIII) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). También hay investigadores de otras universidades y centros de investigación nacionales e internacionales.
La Fundación Atapuerca, como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, coordinará el funcionamiento de la campaña con respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.
Durante esta campaña se entregarán los Premios Evolución que otorga cada dos años la Fundación Atapuerca. En esta IV edición los galardonados serán la base militar Cid Campeador (a los Valores Humanos); y los profesores franceses Marie Antoniette y Henry de Lumley (a la Labor Científica).
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZA8363C4B-C533-A048-1F72AF5161DFD678/20150615/ma%C3%B1ana/arranca/nueva/campa%C3%B1a/excavaciones/sierra/atapuerca
-Honor al burgalés que infligió al todopoderoso Nelson su única derrota.
R. Pérez Barredo
Horatio Nelson tenía tanto orgullo como ambición, pero aquel día de julio del año de nuestro señor de 1797, a bordo del Theseus, frente a las costas de Tenerife y ya con el brazo derecho amputado, tuvo el ardoroso marino inglés que rendirse a la evidencia. También herido en su vanidad, pero haciendo gala de la inveterada cortesía británica, ordenó escribir la siguiente misiva: No puedo separarme de esta isla sin dar a vuestra excelencia las más sinceras gracias por su fina atención para conmigo, y por la humanidad que ha manifestado con los heridos nuestros que estuvieron en su poder, o bajo su cuidado, y por la generosidad que tuvo con todos los que desembarcaron, lo que no dejaré de hacer presente a mi Soberano.
El contraalmirante inglés, azote de todos los imperios, considerado el
mejor marino de todos los tiempos y estandarte de la Royal Navy, la
armada más perfecta que jamás había surcado los océanos, acababa de
sufrir la primera y única derrota de su deslumbrante carrera militar. El
destinatario de la misiva, el hombre que ganó a Nelson, el militar que
detuvo la invasión inglesa de Tenerife, se llamaba Antonio Gutiérrez de
Otero y era natural de Aranda de Duero. Este episodio bélico de la
historia de España, poco conocido, es honrado como se merece en el
libroCuando éramos invencibles, que ha publicado Jesús Ángel Rojo
Pinilla (Editorial Gran Capitán).
La elegancia en la victoria del general burgalés rayó a la misma altura
que la del derrotado. Y de su puño y letra hizo llegar respuesta al
barco de Nelson: Con mucho gusto he recibido la muy apreciable de
vuestra señoría, efecto de su generosidad y buen modo de pensar, pues de
mi parte considero que ningún lauro merece el hombre que sólo cumple
con lo que la humanidad le dicta, y a esto se reduce lo que yo he hecho
para con los heridos y para los que desembarcaron, a quienes debo de
considerar como hermanos desde el instante que concluyó el combate. Si
en el estado a que ha conducido a vuestra señoría la siempre incierta
suerte de la guerra, pudiese yo, o cualquiera de los efectos que esta
isla produce, serle de alguna utilidad o alivio, ésta sería para mí una
verdadera complacencia, y espero admitirá vuestra señoría un par de
limetones de vino, que creo no sea de lo peor que produce. Seráme de
mucha satisfacción tratar personalmente cuando las circunstancias lo
permitan y entre tanto ruego a Dios guarde su vida por largos y felices
años.
Relata Rojo Pinilla que tras varias incursiones de la flota británica
en el archipiélago canario, «Nelson se presentó frente a la costa
tinerfeña, al mando de una escuadra formada por cuatro navíos de línea
de 74 cañones, tres fragatas, una bombarda capturada a los españoles y
un cutter, los que sumaban casi 400 cañones y más de 3.000 hombres
seleccionados entre las mejores tropas del ejército británico. Enfrente
se encontraba el veterano y heroico general Antonio Gutiérrez, quien
tenía a su disposición a 1.669 ‘soldados’ que se consiguió reunir de
entre los 247 hombres del batallón de Canarias, además de milicianos sin
preparación en su mayoría y voluntarios del corsario francés La
Mutine».
El ataque se produjo entre el 21 y el 22 de julio. Las corrientes se
aliaron con los españoles porque impidieron a las fragatas acercarse a
menos de una milla de la costa, lo que alertó a los españoles. El
general Gutiérrez dispuso fuerzas en un punto estratégico de la isla en
el que preveía que pudiesen desembarcar los ingleses: acertó de pleno,
consiguiendo repeler el ataque, capturando a muchos asaltantes y
obligando a huir al resto. El día 23 se cruzaron fuego durante horas. En
una inteligente maniobra, el burgalés ordenó desplegar fuerzas por toda
la costa, lo que hizo creer a los británicos que la defensa era mucho
mayor de lo que creían.Harto de no progresar en el asedio, Nelson
decidió encabezar el ataque definitivo, que a la postre resultó suicida.
Así lo cuenta Rojo Pinilla: «Tras se humillado por las escasamente
preparadas milicias isleñas, el gran Horatio Nelson, más tarde héroe de
Trafalgar, decidió atacar frontalmente Santa Cruz». Los ingleses
llegaron a desembarcar, pero nada pudieron hacer sino entregarse. En la
refriega, Nelson fue alcanzando por un cañón, resultando herido de
gravedad en un brazo, que le sería amputado sin remisión.
El autor del libro recoge el testimonio de quienes vivieron aquel
momento trágico: «Su hijastro, el teniente Josiah Nisbet, cogió a Nelson
mientras caía herido en su bote. Soy hombre muerto, dijo Nelson,
mientras Josiah lo tumbaba en el bote y le hacía un torniquete con su
pañuelo». El día 25 se confirmó la humillante derrota de Nelson: un
buque, el Fox, había sido hundido; se contabilizaron 44 muertos; 123
heridos; 177 ahogados; y cinco desaparecidos del lado inglés. De parte
española, las bajas fueron 22. Los ingleses se retiraron al día
siguiente rindiendo homenaje a sus caídos con 25 cañonazos y arriando
banderas. Humilde y justo, el general Antonio Gutiérrez de Otero pidió a
la Corona recompensas para sus más valerosos hombres. El burgalés fue
ascendido por Carlos IV y recibió la Encomienda de Esparragal en la
Orden de Alcántara.
Señala Rojo Pinilla que los británicos, dolidos por la derrota,
quisieron enmascarar la verdad afirmando que habían combatido contra
8.000 hombres cuando apenas habían sido 1.600. Cierto es que Nelson se
vengó unos años después, en 1805, derrotando a españoles y franceses en
Trafalgar, la batalla naval del siglo. Entonces, el ya almirante
británico conquistó la gloria.
A cambio, perdió la vida.
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z89801147-FC48-4719-2390690FD7D15111/20150615/honor/burgales/infligio/todopoderoso/nelson/unica/derrota
-La Cartuja en la diáspora.
R. Pérez Barredo
Darmagnac era un hombre sin escrúpulos, pero se había ganado la
confianza de Napoleón por su ardor guerrero: no por casualidad su nombre
está escrito en el Arco del Triunfo de París. Durante la invasión de
España Darmagnac conquistó Pamplona y combatió en algunas de las
batallas más importantes de la ocupación. Por eso el emperador le
ascendió a general y le confió el gobierno de Castilla. Asentado en
Burgos, se convirtió en un depredador, un saqueador zafio, mezquino y
violento. Como hicieron tantos generales napoleónicos, aprovechó la
ocupación para reunir la más valiosa de las colecciones de obras de arte
con la que granjearse una jubilación dorada. Y para desgracia de la
Cartuja de Miraflores, puso en ella sus ávidos ojos.
El Museo delPrado está exhibiendo una de las más valiosas joyas de
cuantas se llevó Darmagnac a Francia: el conocido como ‘Tríptico de
Miraflores’, obra en tabla de Roger van der Weyden que narra la vida de
la Virgen María y que hoy custodia el Museo de Berlín. Era el altar
portátil que Juan II de Castilla donó a la abadía burgalesa. Darmagnac
lo vendió en 1936 en la casa de subastas londinense Christi’es antes de
acabar en el Museo de Berlín.
Pero el arte ‘cartujo’ en el exilio es mucho más extenso, por
desgracia. La misma pinacoteca alemana conserva otra magnífica creación
de Van der Weyden.Se trata de otro tríptico que narra la vida de San
Juan Bautista. Existen varias tablas dispersas por medio mundo que
también salieron de la Cartuja por la mano saqueadora del general
napoleónico. Así, el Museo Mayer van der Berg de Amberes conserva una
espléndida tabla, atribuida a Juan de Flandes, demoninada ‘Festín de
Herodes’; en la ciudad suiza de Ginebra hay otra tabla atribuida
asimismo al pintor flamenco llamada ‘Degollación de San Juan Bautista’.
También de Juan de Flandes son ‘Nacimiento de San Juan’, que se conserva
en la ciudad norteamericana de Ohio, en el Museo de Cleveland, y
‘Bautismo de Cristo’, que forma parte de la colección Jordán de Urries
de Madrid.
En su estudio Arte y coleccionismo en Burgos durante la ocupación
francesa, la historiadora María Dolores Antigüedad del Castillo sugiere
incluso que una obra del Louvre de París, la ‘Virgen de Jacques
Floriens’ -atribuida a Memling-, que también fue propiedad de Darmagnac,
pudo haber pertenecido al monasterio.
«Todas las obras salieron a la venta antes de la muerte del general;
quizá se vio obligado a venderlas por necesidades económicas. A la vez
que se ponía a la venta en Londres el retablo de Miraflores, se
subastaba también un bodegón de López Enguidanos, un Alonso Cano, un
Ribera, una Virgen con el Niño de Michel Coxie y una ‘Magdalena en el
desierto’ de Murillo, al parecer procedentes de El Escorial y regalo de
José I que alcanzó un precio de 230 libras. Como puede verse por lo
subastado en esa ocasión, Darmagnac poseía una amplia variedad de obras
españolas», escribe la historiadora.
No siempre se salió con la suya el oscuro general napoleónico.Aunque se
sabe que saqueó otros templos de la capital burgalesa (el convento de
los carmelitas descalzos, de los trinitarios o de Las Huelgas, por poner
varios ejemplos) no pudo llevarse, aunque fue su intención desde que lo
viera por primera vez, una de las principales joyas pictóricas de la
Catedral: nada menos de la María Magdalena atribuida a Leonardo da Vinci
que se conserva en la capilla de los Condestables.
El Museo de Prado conserva (y tiene expuestas en el Museo de la
Trinidad) seis tablas alusivas a la vida de San Juan Bautista obra todas
del conocido como ‘Maestro de Miraflores’.La propia pinacoteca
madrileña recoge que todas ellas proceden de la cartuja burgalesa.Se
trata de una serie de pinturas, fechadas entre 1490 y 1500, «que muestra
volúmenes simplificados y figuras sumidas en sus pensamientos al modo
de las de Petrus Christus o Dirk Bouts», según recoge la información que
ofrece el museo capitalino.
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z89551578-0978-46E6-8E91AA28AAAFB4E4/20150615/cartuja/diaspora
Suscribirse a:
Entradas (Atom)