miércoles, 15 de agosto de 2012

-Mejoras en el Monasterio de Santa María de Rioseco.

El monasterio de Santa María de Rioseco sigue mejorando su aspecto. La actividad de los voluntarios comienza a revertir la situación de deterioro producida por el abandono en los últimos dos siglos. El pasado domingo se cerró la segunda semana del voluntariado con una gran fiesta y actividades durante todo el día.
Una de las personas más implicadas en este proyecto de ‘Salvemos Rioseco’ es el párroco de Villarcayo, Juan Miguel Gutiérrez, que destaca que esta semana «ha sido muy especial, hemos sido 118 personas de todas las edades venidas desde puntos como Madrid, Barcelona.... Se ha trabajado muy duro, pero también hemos pasado muy buenos ratos».

En cuanto a los objetivos de la rehabilitación, Gutiérrez señala: «Nos hemos querido centrar en el claustro. Vaciar una serie de arcos, limpiar el centro. Y realizando estas tareas ha aparecido el surtidor de agua de la fuente del claustro que ciertamente nos ha sorprendido. Ya se le ha notificado este hallazgo a la Junta de Castilla y León. Además como éramos tanta gente nos ha dado tiempo a realizar una serie de detalles como completar el suelo de la sala capitular, limpiar el cementerio, el horno y las explanadas del claustro bajo». En resumen, el balance que hace es «que se ha podido realizar mucha más labor de la que confiábamos hacer».

Fuente: www.elcorreodeburgos.com

martes, 7 de agosto de 2012

-Excavaciones en el castillo de Castrojeriz.

Las excavaciones en el patio de armas, además de proyectiles y fichas, han dejado al descubierto muchas placas de hierrro con remache, al parecer de puertas.  diariodeburgos.esLa Fundación del Patrimonio Histórico cuenta ya con los primeros datos que se extraen de su segunda campaña arqueológica en el castillo de Castrojeriz, asociada a la rehabilitación de la fortaleza, que también en curso. La excavación se ha centrado en una superficie de 600 metros cuadrados, en el patio de armas y las torres. El desescombro de las torres ha alcanzado los 8 metros de profundidad y entre los restos arqueológicos hallados destacan veinte proyectiles de piedra de unos 40 cm de diámetro y varias fichas de juego cuadradas, de hueso, pintadas por una de sus caras. Los arqueólogos han encontrado también muchas placas de hierro con remaches de bronce, posiblemente de puertas.
La excavación en el patio de armas confirma y completa la información en la campaña anterior, cuando se descubrió una calle enlosada que recorre el patio de norte a sur. A un lado de esta calle hay varias dependencias comunicadas, con hornos y fogones que indican su uso doméstico. Al otro, las dependencias tienen doble altura. Los arqueólogos creen que debieron de ser pabellones para la servidumbre y los hombres de armas. Aquí, junto a la escalera de acceso a las torres, hay un aljibe, construido entre el siglo XVII y el XVIII, con bóveda y muros muy potentes enfoscados con mortero.

Además del estudio arqueológico, se han leído los muros para interpretar la secuencia constructiva, desde el siglo IX hasta su abandono en época contemporánea. Los de la torre oeste denotan una construcción acelerada, seguramente por la presión de las continuas incursiones musulmanas en el siglo IX. Esta torre se asienta sobre un cimiento anterior de opus caementicium, hormigón romano compuesto de mortero y guijarros, y se construyó reutilizando sillería también de época romana.
La torre este fue una gran construcción de cinco plantas, rematada con almenas. Los arqueólogos han documentado cuatro nuevas ventanas saeteras y confirman que no hay puertas en las tres plantas inferiores, lo que apunta a la clara función defensiva del imponente torreón, construido en una época convulsa -s. XI-XII- de luchas entre los reinos de Castilla y Navarra.
La torre central o del homenaje se hizo entre los siglos XIII y XIV. Tenía tres plantas, la superior, de dos cuerpos, con ventanas amplias y bóvedas de crucería, y tendría un uso señorial. Se transformó en las obras de fortificación del siglo XV y en el XVI construyeron una cuarta planta. En su sótano, hay otro depósito de agua subterráneo, con paredes de ladrillo y bóveda de cañón de sillería. Este aljibe, probablemente, anterior a la construcción de la torre, está bajo el patio de armas, pero quedó oculto por las numerosas modificaciones, recrecidos y enlosados.
Esta es la segunda investigación arqueológica en el castillo de Castrojeriz. En 2009, excavó unos 300 m2, en el patio de armas y las lizas, sur y este, y extrajo datos importantes para la redacción del proyecto de rehabilitación.

El abandono del edificio, el hundimiento de cubiertas y forjados hasta su desaparición, la agresión atmosférica que erosiona la ladera y las fábricas y el expolio han causado el estado de ruina que hoy presenta el castillo de Castrojeriz. Varios tramos del muro están descarnados y desprotegidos, dejando vía libre a la entrada de agua. Los cimientos de la torre llamada albarrana y de la esquina norte de la muralla principal del patio de armas están al aire, con tramos de muros vencidos y descolgados. Los peldaños de la escalera del cuerpo central están cubiertos de vegetación y desgastados, los muros, desplomados, y se observan pérdidas en jambas, dinteles y dovelas de los vanos que aún se conservan.
La FPH plantea estabilizar y conservar las estructuras que permanecen en pie y facilitar que puedan ser visitadas de forma segura. La intervención proyectada busca consolidar los elementos más significativos: las tres torres que integran su cuerpo principal. Está previsto estabilizar la ladera de la esquina norte y la torre y cerrar el patio de armas al norte. También se define el perímetro y volumen de las defensas exteriores de la fortaleza, además de desescombrar el patio y otros espacios y acondicionarlos para que se puedan transitar.
El seguimiento arqueológico de las obras y la instalación de señales informativas para hacer más fácil el recorrido por el castillo, completan este capítulo. Una vez concluya la intervención, el ayuntamiento gestionará las visitas.



Fuente: www.diariodeburgos.es

viernes, 3 de agosto de 2012

-La Peña de la Pastora de Fresneda de la Sierra.

http://www.fresnedadelasierra.com/images/foto17.jpgSe trata de una estela con una figura humana labrada en la piedra, que fue encontrada en el término conocido como "La Peña la Pastora". Posiblemente su origen sea funerario, pudiendo tener conexión con algún poblado de las proximidades. De hecho en la zona de "Los Rubiales" se han encontrado vestigios de la época romana, que demuestran la antigüedad de los asentamientos humanos en esta zona.
La estela mide 1,32 x 0,35 x 0.3 m. Se remata el semicírculo y carece de inscripción, aún quizás podría haber desaparecido. La figura humana labrada está en actitud frontal, cruzando las manos por debajo de la cintura. Se insinúan los ojos y la boca.

Al parecer, este tipo de representaciones no son frecuentes en la provincia de Burgos. Podría estar relacionada con las estelas celtibéricas (pueblos que habitaron en la península sobre el s. III a.c.) con figuras humanas a pie y a caballo y cuya continuación más inmediata estaría en las estelas hispano romanas del Centro de la Península  (s. I-III d.c.)
Dice la tradición popular que la imagen de la estela representa a una pastora que fue labrada en tiempo inmemorial por el poder numinoso de un rayo caído sobre la piedra.

Fuente:  http://www.fresnedadelasierra.com